jueves, 3 de abril de 2014

LOS CELOS EN LA PAREJA



Aunque los celos se atribuyen comúnmente a la inseguridad emocional de quien los sufre, ésta no es una regla que se tenga que cumplir siempre, siendo un sentimiento común cuando nuestra pareja expresa una atracción o algún interés hacia otra persona. Los celos aparecen como un miedo a perder la relación, son una respuesta ante un posible peligro, que genera malestar y ansiedad.

La mayoría de las veces, hablar con nuestra pareja sobre la preocupación o los miedos puede hacer que la ansiedad disminuya y que el problema, que muchas veces la otra parte no percibe, se aclare y la situación vuelva de nuevo a la normalidad.
Sin embargo, cuando la intensidad de los celos sobrepasa lo normal, y amanecen sentimientos profundos, pensamientos obsesivos, o ataques de rabia y dolor, los celos pueden convertirse en un problema grave que afecta a la salud psíquica del que lo sufre y altera el buen funcionamiento de la relación.

Los celos pasan a ser un problema cuando revela miedo intenso a ser abandonado y hay una dificultad manifiesta para construir una relación basada en la confianza. Estas personas tienen una gran dependencia emocional de la pareja y al imaginar la posibilidad de perderlo, amanecen intensos sentimientos de ansiedad, tristeza o ira, acompañado de manifestaciones físicas como taquicardia, sudoración o problemas gástricos. También pueden sentir una gran necesidad de comprobar la existencia de una infidelidad, por ejemplo, comprobar los mensajes del móvil, Facebook, hacer muchas preguntas para intentar aclarar si le están mintiendo, etc.

Todos estos sentimientos provocan un intenso malestar que en muchas ocasiones hace que la pareja necesite una ayuda externa para superar la situación y volver a tener una relación estable y tranquila.

Pero ¿Qué podemos hacer para superar los celos? ¿Cómo podemos mejorar este aspecto de la relación de pareja?

Lo primero es intentar aclarar la situación, explicarle qué sientes y en la medida en que esos miedos no sean reales, manifestar el deseo de cambiar, pidiéndole que te ayude a ver claramente lo que sucede. 

Hay un dicho que dice “El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta” por lo que el primer paso es centrarnos en nuestros propios pensamientos e interpretaciones de las situaciones. Por ello, es interesante algún consejo en cuanto a cómo observar nuestra forma de pensar:

Fíjate en qué situaciones aparecen los celos y qué es lo que piensas y sientes. Observa tus pensamientos como si fueses un observador externo y analízalo después de una forma más objetiva. Puedes hacerlo con tu pareja o con el terapeuta.

Reflexiona sobre las ocasiones en las que tu pareja te ha hecho sentirte especial. Las razones por las que está contigo, los momentos que habéis vivido y los planes de futuro que tenéis.

Busca también tu lugar: apuesta por tu crecimiento personal, tu independencia y tu autoestima, haciendo actividades que te hagan sentirte realizado/a, y que te ayuden a crecer y ser más seguro en ti mismo.

Recuerda que la aparición ocasional de celos, es algo habitual y no es difícil de detenerlo, pero si los celos son desmedidos, si no se es capaz de dominarlos y trabajarlos uno mismo o dan lugar a comportamientos violentos, es mejor acudir a un profesional que pueda ayudar a manejar las situaciones, a interpretar la realidad de una forma más adecuada y a liberar la mente de los pensamientos obsesivos que la dominan. 





Alicia M. Peral  y Teresa Gallego
Gabinete de Psicología y Salud Cuántica
Teléfono: 942 049 112
c/Vargas 55ª 3ºB. Santander

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